miércoles, 29 de enero de 2014

‘Milagros eucarísticos’

La Misa de San Gregorio

Domenico de Cresti. Misa milagrosa de San Gregorio Magno
“Un domingo, celebrando San Gregorio la misa en la basílica de San Pedro, distribuía la comunión a los asistentes y una dama romana se acercó como los otros; mas cuando el Pontífice pronunció las palabras acostumbradas: “Que el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo os sirva para la remisión de vuestros pecados y para la vida eterna” (Los dos historiadores de San Gregorio refieren este milagro.) esta mujer se puso a reír con aire de incredulidad. Gregorio le retiró el pan eucarístico y lo confió al diácono para que lo llevara al altar y guardarlo allí hasta que hubiese terminado la comunión de los fieles. 
Después de lo cual, dirigiéndose el pontífice a esta mujer: “Os suplico me digáis, le dijo, ¿qué pensamiento ha atravesado por vuestra imaginación cuando al ir a comulgar os habéis puesto a reír?
– El pedazo de pan que me presentabais, respondió, era precisamente el que yo había traído a la oblación; y no he podido dejar de sonreírme cuando habéis dado el nombre del cuerpo de Jesucristo a una pan que he fabricado yo misma con mis propias manos. 
El santo pontífice volviéndose entonces hacia el pueblo,  le pidió uniera sus oraciones a las del clero para suplicar al Señor que disipara la incredulidad de esta mujer; y luego volvió al altar.
En ese momento la Hostia que estaba allí depositada cambió de aspecto; los asistentes, y también la mujer contemplaron con emoción indescriptible la carne ensangrentada de Jesucristo apareciendo en lugar de los velos eucarísticos que la habían hasta allí ocultado a todas las miradas.
Cuando la incrédula hubo cedido a la evidencia y reconoció en el pan consagrado la presencia del Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor, desapareció toda señal de carne y no quedó más, como antes, que las apariencias del pan.
Según la observación de Monseñor Barber de Montualt (Obras completas, tom. VI, p. 253) hay que distinguir cinco misas de San Gregorio, cuyo recuerdo ha sido conservado por documentos históricos: la primera, esta de que acabamos de hablar; 2º en la cual la Hostia se transforma en un niño entre sus manos; 3º en la que ruega por un difunto cuya alma queda en libertad; 4º en la que traspasa un corporal del cual brota la sangre; y finalmente en la que se le aparece el Cristo de la piedad.”
FUENTE: “Los milagros visibles de la Eucaristía, a través de los tiempos y lugares. Escrito por el P. Eugenio Couet de la Congregación del SAntísimo Sacramento. Traducido por Gabino Chavez, Pbro. 1909. Tip. de Antonio Manriquez. Págs. 282-284.



En Lanciano (Italia) se veneran desde hace más de doce siglos las Reliquias de uno de los más grandes milagros eucarísticos.
El milagro de Lanciano es el más antiguo de los que conocemos en los que las sagradas Especies se hayan transformado en carne y sangre.
Los análisis realizados en los años 1970-71 y 1973-74, han traído a la actualidad este prodigio, de modo que una tradición de doce siglos se ve confirmada por la ciencia más moderna.
El Papa Juan Pablo II se ha referido a este milagro el 4 de octubre de 2004: “La città di Lanciano, custode di ben due miracoli eucaristici che, oltre ad esser tanto cari ai fedeli frentani, sono meta di numerosi pellegrinaggi dall’Italia e dal mondo intero. Mi è caro ricordare che io stesso, quand’ero Cardinale a Cracovia, visitai la chiesa di san Francesco in Lanciano, dove sono conservate le reliquie del celebre miracolo, che risale al secolo VIII. Per Suo tramite, venerato Fratello, vorrei dire a tutti i fedeli dell’Arcidiocesi: siate consapevoli dei grandi favori che Dio vi ha concesso, e non mancate di adorare la santa Eucaristia non solo nella chiesa del miracolo, ma in tutte le chiese della vostra bella terra.” (04-10-04)



    
Descripción del Milagro

Lanciano es una pequeña ciudad medieval, situada en los montes Abruzzi, a 200 km. al este de Roma, en la costa del Mar Adriático.
En torno al año 700, en el Monasterio de San Legonziano (que algunos identifican con San Longinos, el soldado que traspasó el Corazón de Cristo en la cruz), un monje Basilio pasaba una época de tentaciones contra la fe. Dudaba de la presencia real de Nuestro Señor en la Eucaristía. No podía creer que al pronunciar las palabras de la Consagración sobre el pan y el vino, éstos se convirtieran en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. El sacerdote estaba sumido en la oscuridad de la duda. La celebración de la Santa Misa se convirtió para él en una rutina y un deber más.
La situación del mundo no contribuía a fortalecer su fe. En aquella época había muchas herejías, algunas de las cuales negaban la presencia real de nuestro Señor en la Eucaristía. Estas herejías le iban convenciendo cada vez más.
A pesar de todo, oraba con insistencia a Dios, para que le quitara esas dudas. Y Dios oyó su oración.
Una mañana, mientras celebraba Misa, estaba siendo atacado fuertemente por la duda. Al pronunciar las palabras de la consagración, vio como la Hostia se convir tió en un pedazo de Carne viva y el vino en Sangre.
Quedó largo rato asombrado. Se puso a temblar y comenzó a llorar incontrolablemente de gozo y agradecimiento.
Estuvo parado por un largo rato. Después se volvió hacia los fieles, con el rostro radiante pero bañado en lágrimas, diciéndoles: “¡Oh afortunados testigos a quienes Dios, para confundir mi incredulidad, ha querido revelarse en este Santísimo Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos! Venid y maravillaos ante nuestro Dios tan cercano a nosotros. ¡Contemplad la Carne y la Sangre de Nuestro amado Jesucristo!”
Las personas se apresuraron a ir al altar y, al presenciar el milagro, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Unos se daban golpes de pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos de presenciar tal milagro. Otros se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el Señor les había concedido.

La Carne se mantuvo intacta, pero la Sangre se coaguló en el cáliz, formando como cinco piedrecitas irregulares, de forma y de tamaño diferentes, que fueron colocadas en un precioso envase de marfil.
Rápidamente la noticia del Milagro y el testimonio de la transformación del sacerdote se extendieron por la ciudad y el país. La fama del santuario se propagó rápidamente a través de la región y muy pronto toda Italia comenzó a peregrinar a Lanciano para venerar la Hostia convertida en Carne y el vino en Sangre. Aumentó la fe y devoción a la Eucaristía por todo el país.
Estas peregrinaciones no se limitaron a aquel espacio y tiempo, pues de todo el mundo siguen llegando fieles a venerar el Corazón de Jesús, tal como se reveló en la Eucaristía (más adelante veremos por qué).
Desde el principio, la Iglesia aceptó este milagro como un verdadero signo del cielo, y veneró el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor en la Eucaristía con procesiones. Especialmente el día de su fiesta, el último domingo de octubre.
Se han escrito muchos relatos para mostrar la autenticidad del Milagro eucarístico y otros milagros espirituales y físicos que se han dado en este lugar. La historia de los hechos ha sido cuidadosamente registrada.
Al irse los monjes de San Basilio en 1176, se hicieron cargo de la iglesia los Benedictinos, los cuales a su vez se la cedieron en 1252 a los Franciscanos, que edificaron en 1258 la iglesia actual.
Cuando la invasión de los Turcos, Fray Giovanni Antonio de Mastro Renzo desconfió del Poder de Dios para salvarlos a él y a su pequeño grupo de Franciscanos del ataque. Con el deseo de salvar Milagro Eucarístico de la furia turca, cogió el relicario que contenía la Carne y la Sangre del Señor y con sus frailes desapareció de la ciudad. Caminaron toda la noche.
Antes del amanecer, Fray Giovanni sintió que ya había suficiente distancia entre ellos y el enemigo y ordenó a sus frailes que descansaran. Al salir el sol se dieron cuenta de que estaban de nuevo a la entrada de la ciudad. Creyeron que el Señor había intervenido porque quería que el Milagro Eucarístico de Lanciano fuera un signo de seguridad para las personas de la ciudad, un signo de que Dios no los abandonaba. Los frailes decidieron permanecer en la Iglesia y proteger el Milagro Eucarístico con sus vidas.
En 1713 el relicario de marfil fue reemplazado por el de plata y cristal, que hoy exhibe las dos reliquias.
La Hostia que se convirtió en Carne está expuesta en la Custodia y las partículas de Sangre coagulada en un pequeño Cáliz de cristal, que muchos creen que es el cáliz original donde se dio el milagro.
En 1887, el Arzobispo de Lanciano, Monseñor Petrarca, obtuvo del Papa Leo XIII, una indulgencia plenaria perpetua para los que veneraran el Milagro Eucarístico durante 8 días después del día de fiesta.
En 1902 construyó el altar monumental donde está actualmente. Se puede contemplar de cerca el milagro.

Investigaciones científicas

El primer estudio conocido de las Reliquias lo realizó el Arzobispo Rodríguez el 17 de febrero de 1574. Entonces ocurrió un hecho inexplicable: Aunque las cinco “piedrecitas” partes de Sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas, cuando las pesaron comprobaron que todas pesaban lo mismo.
Además, cualquier combinación daba el mismo resultado en el peso: Daba lo mismo pesar una sola, que dos o tres juntas, o las cinco al mismo tiempo: El resultado de la pesada era siempre el mismo. Estos resultados están marcados en una tabla de mármol en la Iglesia.
Actualmente el peso del conjunto de las piedrecitas de Sangre coagulada es de 16,505 gramos, y el de cada una de ellas es, respectivamente, de 8 gr., 2,45 g., 2,85 gr., 2,05 gr., y de 1,15 gr. Hay que añadir 5 mg. de polvo de sangre.
En noviembre de 1970 los Franciscanos de Lanciano sometieron las reliquias a un examen científico. Era un desafío, pero ni la fe católica ni una tradición histórica de más de doce siglos tenían nada que temer de la ciencia.
Fue elegido el profesor Odoardo Linoli, (Catedrático de Anatomía, Histología patológica, Química y Microscopía Clínica y Jefe de servicio en el Hospital de Arezzo). Le ayudó el Dr. Ruggero Bertelli (Profesor emérito de Histología de la Universidad de Siena).
La Hostia de Carne parecía tan deteriorada por el moho, que parecía difícil poder hacer un análisis científico, ya que el tejido corría el peligro de estar desprovisto de todo elemento de identificación.
El 4 de marzo de 1971 estaba completo el Informe. Los análisis, realizados con absoluto rigor científico y documentados por una serie de fotografías al microscopio, dieron los siguientes resultados:
* Es inexplicable la conservación de estos cuerpos a lo largo de 12 siglos, expuestos a la acción de agentes físicos, atmosféricos y biológicos…
* No hay almidón (uno de los componentes esenciales del pan). Por lo tanto, en la Hostia no hay pan. Aunque hecha de trigo, tras la Consagración se transformó en Carne.
* La Carne es verdaderamente carne, y está constituida por el tejido muscular del corazón. Están presentes el miocardio, el endocardio, el nervio vago y el ventrículo cardiaco izquierdo. La Carne es un CORAZON completo en su estructura esencial.
* La Sangre es verdadera sangre humana: El análisis cromatográfico lo demuestra con certeza absoluta e indiscutible.
* En la Sangre también se encontraron estos minerales: Cloruro, fósforo, magnesio, potasio, sodio y calcio.
* El estudio inmunológico manifiesta que la Carne y la Sangre son de naturaleza humana, y la prueba inmunohematolígica permite afirmar con toda objetividad y certeza que ambas pertenecen al mismo grupo sanguíneo AB.
* Las proteínas contenidas en la Sangre están repartidas normalmente, en la proporción idéntica a la del esquema sero-proteico de sangre fresca normal.
* Ninguna sección histológica ha revelado trazas de infiltración de sales o sustancias conservantes utilizadas en la antigüedad con la finalidad de momificar. La conservación de proteínas y minerales observados en la carne y en la sangre de Lanciano no es ni imposible ni excepcional: los análisis repetidos han permitido encontrar proteínas en las momias egipcias de 4 y de 5.000 años. Pero el caso de un cuerpo momificado según los procedimientos conocidos es muy diferente del de un fragmento de miocardio, dejado en su estado natural durante siglos, expuesto a los agentes físicos, atmosféricos y bioquímicos.
* La Carne y la Sangre pertenecen a una persona VIVA.
* El diagrama de esta Sangre corresponde al de sangre humana que fue extraída de un cuerpo humano ESE MISMO DIA.
El Profesor Linoli descarta también la hipótesis de engaño realizado en los siglos pasados:
“Suponiendo que hubieran puesto el corazón de un cadáver, afirmo que sólo una mano experta en disección anatómica habría podido obtener un corte uniforme de una víscera excavada (como todavía se puede ver en la carne) y tangencial a la superficie de dicha víscera, como hace pensar el curso prevalentemente longitudinal de los haces de las fibras musculares, visibles en algunos puntos en las preparaciones histológicas. Además, si la sangre hubiera sido tomada de un cadáver, se habría alterado rápidamente por delicuescencia o putrefacción.
El Profesor Linoli, que tenía muchas dudas antes de empezar los estudios, al mes de comenzar las investigaciones envió un breve telegrama: «EN EL PRINCIPIO EXISTÍA EL VERBO. Y EL VERBO SE HIZO CARNE»
Su relación fue publicada en revistas especializadas y suscitó un gran interés en el mundo científico.
En 1973 el Consejo Superior de la Organización mundial de la Salud, O.M.S./O.N.U. nombró una Comisión científica para verificar las conclusiones del médico italiano. Los trabajos duraron 15 meses, durante los cuales realizaron más de 500 exámenes. Los resultados fueron los mismos que los realizados por el Prof. Linoli, con otros complementos.
La conclusión de todos los estudios confirmó lo que ya había sido publicado.
En concreto, se afirmó que los fragmentos estudiados no tenían nada que ver con tejidos momificados.
Su conservación después de casi doce siglos, en relicarios de cristal y sin sustancias conservantes, antisépticas, antifermentativas y momificantes, no se explica científicamente.
Los vasos que contienen estas reliquias no impiden la entrada de aire, luz, ni de parásitos de orden vegetal o animal, vehículos ordinarios del aire atmosférico.
En cuanto a la naturaleza del fragmento de carne, la Comisión declara sin duda que se trata de un tejido viviente porque responde rápidamente a todas las reacciones clínicas propias de los seres vivos.
En el resumen de los trabajos científicos de la Comisión Médica de la OMS y de la ONU, publicado en diciembre de 1976 en Nueva Cork y en Ginebra, se declara que la Ciencia se ve incapacitada para dar una explicación.

ALGUNAS ILUSTRACIONES PARA EXPLICAR LOS EXÁMENES CIENTÍFICOS
Fig. 1 – Aspecto histológico general de una muestra de la Carne, con fibras reunidas en haces en sentido longitudinal, como en los estratos superficiales externos del corazón.
Fig. 2 – El Corazón del milagro de Lanciano. Una arteria y una sección del nervio vago.

Fig. 3 – El Corazón del milagro de Lanciano. Se ve el clásico aspecto rudo del endocardio; la estructura sincitoide del tejido del miocardio.

Fig. 4 – * Arriba: Test de hemoaglutinación de una muestra de Sangre de Lanciano: a la izquierda, suero anti-A; a la derecha, suero anti-B.
* Abajo: Test de hemoaglutinación de una muestra de Carne de Lanciano: a izquierda, suero anti-A: a derecha, suero anti-B.La Carne y la Sangre de Lanciano pertenecen al grupo sanguíneo AB.


Fig. 5 – Marca de la electrofóresis de las proteínas de la Sangre.
El perfil de las fracciones proteicas del suero se sobrepone con el de una muestra de sangre fresca.


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FUENTE:
Ángel María Rojas SJ. “La Eucaristía, milagro vivo. Disponible en: http://www.gocj.es/Milagro.pdf

“Los romanos fueron quienes abrieron una vía de acceso a Galicia a través del puerto de Piedrahita del Cebreiro, de 1.109 metros de altitud. Desde allí, todo el contorno es un horizonte de montes que se pierden en una policromía de verdes, azules, rosas de piedra y roca. En el otoño el paisaje se viste de un tono dorado, y en el invierno la nieve cubre de blanco muchos días el pequeño monasterio, las pallozas y las casas de piedra.
Los romanos supieron de este camino… Después los siguieron, paso obligado para ir de Castilla a Compostela, pueblos de diversas razas, peregrinos de la fe en romería siguiendo el camino trazado en el cielo por la Via Láctea o Camino de Santiago. Por allí pasaron reyes y príncipes, santos y pecadores, guerreros y gentes de paz. Pasaron y siguen pasando, pues siempre hay razones para ir a Compostela, ganar el Jubileo y postrarse ante el cuerpo del Apóstol descubierto por una estrella. Siguen las peregrinaciones con la alegría de descubrir pronto el Monte del Gozo y sumergir los pies cansados en el río Lavacolla.
Un día del siglo XIV —otros dicen que en el siglo XIII—, en el que la nieve borraba los caminos, un vecino de Barxamaior, labriego, sintió el deseo de oír misa y, sin reparar en el tiempo que hacía y el difícil camino, se dirigió al monasterio del Cebreiro; el frío no le contiene, la tormenta de nieve desencadenada le da fuerzas. Por fin llega al templo, cansado y empapado, sin apenas aliento. Un monje de Aurillac menosprecia el sacrificio del campesino, se mofa del esfuerzo realizado y le dice que una misa no merece tanto. La falta de fe del monje se estrella ante la firmeza en la fe del campesino. Nada replica al monje que se burla, calla; pero, en el fondo de su corazón, hay como una alegría nueva recién nacida.
Comienza la Santa Misa. El monje que la oficia, y que se burló del campesino, no ha olvidado el incidente. En el momento de la Consagración el monje percibe asombrado, cómo la Hostia se convierte en carne sensible a la vista, y el vino que contiene el Cáliz, en sangre… En sangre que hierve, rebosa el Cáliz, y tiñe los corporales. El monje no sabe qué decir, y como un nuevo santo Tomás murmura, arrepentido: Señor mío, y Dios mío…
Los cuatro o cinco testigos que están en el templo han contemplado el prodigio. El campesino de Barxamaior comprende el premio que tuvo su sacrificio y el monje lamenta su falta de fe.
El prodigio se difundió de pueblo en pueblo de Galicia, y de nación en nación por toda Europa. Los romeros que iban a Compostela desviaban un momento su camino para ir al Cebreiro y saber del milagro, donde se había producido. Siglos después, el Cebreiro y su milagro influirían en la ópera Parsifal de Ricardo Wagner.
En el año 1486 llegaron al Cebreiro, peregrinos a Compostela, los Reyes Católicos, hospedándose en el monasterio. Querían conocer qué había sucedido en la Santa Misa, querían saber del prodigio. Los monjes les mostraron los corporales con la sangre que había quedado en el Cáliz y la Hostia en la patena. Como recuerdo de la visita donaron el relicario donde se ha guardado el milagro hasta nuestros días. El cáliz del Cebreiro es el mismo que figura en el escudo de Galicia.
Camino de Santiago empedrado de estrellas, camino que han hecho las sandalias de ángeles peregrinos… En bulas pontificias de los Papas Inocencio VIII y Alejandro VI se hace extensa mención de este milagro. El monasterio y el mesón-hospital de peregrinos fue creado en el año 836. En el año 1072, Alfonso VI puso al frente del monasterio a los monjes franceses de Aurillac, unidos al Cluny. Uno de estos monjes fue el protagonista de este relato.
En la capilla del Santo Milagro, los mismos coetáneos de los protagonistas del milagro, monje y campesino, les prepararon unos sencillos mausoleos.
En el puerto de Piedrahita del Cebreiro está el paisaje mudo, y el silencio se ha quedado dormido, a decir del poeta Alejandro Casona.”
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FUENTE:
A. J. González Muñiz: “El milagro del Cebreiro”. Revista Alfa y Omega Nº 264/14 – VI – 2001.

HISTORIA DEL MILAGRO EUCARÍSTICO
venerado en Casia
en la Basílica Inferior del Santuario
de Santa Rita
Casia, de todos conocida por ser la ciudad de Santa Rita, conserva la reliquia de un insigne milagro eucarístico que tuvo lugar en Siena en 1330.
Un sacerdote de los alrededores de la ciudad llamado para administrar los últimos sacramentos a un agricultor enfermo, tomó consigo una hostia consagrada que irreverentemente guardó entre las páginas del breviario que llevaba bajo el brazo. Después de haber recibido la confesión del enfermo, el sacerdote abrió el breviario para tomar la hostia consagrada, pero quedó sorprendido al constatar que la hostia estaba roja de la sangre que empapaba las páginas entre las que había permanecido guardada. Confundido y arrepentido, volvió a Siena y se dirigió al convento de los agustinos para relatar lo sucedido al P. Simón Fidati, célebre predicador y religioso de vida ejemplar. Este, habiendo oído el relato del sacerdote y a la vista del prodigio, lo absolvió de su culpa y le pidió que le entregara las dos páginas manchadas de sangre; una de ellas llevó a Perusa y la otra, que conservaba adherida la hostia consagrada, la depositó en el convento de San Agustín de Casia.
La insigne reliquia fue siempre venerada durante siglos por los fieles y su culto promovido por los Sumos Pontífices con la concesión de especiales e importantes indulgencias, como la de la Porciúncula, que le fue decretada por el Papa Bonifacio IX en 1401.
El prodigio es conmemorado de forma especial en la fiesta del Corpus Christi y con esta ocasión la reliquia es llevada solemnemente en procesión.
Para conmemorar el sexto centenario del prodigio en 1930 se celebró un congreso eucarístico de la diócesis de Nurcia en Casia, se inauguró una artística custodia y fue publicada toda la documentación histórica disponible sobre el suceso.
(Dr. A. Morini: La reliquia del “Corpus Christi” de Casia-  Librería Editrice Fiorentina – 1930)

1- SOBRE DAROCA
Daroca es una ciudad que se encuentra a unos 80 kms de Zaragoza (España), situada a orillas del río Jiloca. Llamada la ciudad de los siete sietes por la variedad de maravillosos monumentos que en ella descansan. Está encajada entre dos montes, el de San Jorge y el de San Cristóbal.Tuvo gran importancia religiosa, política y militar; como lo atestiguan las viejas iglesias, murallas y torreones, reliquias de un pasado glorioso.
Entre sus iglesias destacan las de San Miguel (de estilo romántico), Santo Domingo (siglos XII y XIII) y la Colegiata de Santa María, con la magnífica Puerta del Perdón, la Capilla de los Sagrados Corporales y el Museo Parroquial.
2- SOBRE LA COLEGIATA DE SANTA MARÍA
También conocida por el nombre de Nuestra Señora de los Corporales. Fue basílica colegial desde el siglo XIV pero la iglesia actual es de finales del siglo XV, de estilo renacentista, pero con tradición gótica. Tiene planta de salón con tres naves y capillas entre los contrafuertes. El coro y el órgano pertenecen a la antigua iglesia y son obra del siglo XV. Este órgano está considerado como uno de los mejores de España.
Entre las capillas de la iglesia se destaca la de los Corporales, que corresponde a la antigua cabecera de la iglesia románica. Es una construcción del siglo XV de tipo franco-flamenco muy poco frecuente en España donde deben ser destacados los relieves que narran la historia del milagro de los Corporales.
Esta iglesia actual se hiza sobre la antigua iglesia románica dándole distinta orientación.
La torre, construida en piedra sillar, es obra del siglo XV y enfunda otra anterior mudejar de los siglos XIII y XIV.
3- HISTORIA DEL MILAGRO EUCARÍSTICO
Los hechos transcurrieron así: Los Musulmanes, quienes siglos antes habían conquistado casi toda la península ibérica, tenían control de Valencia. Las tropas cristianas de Aragón se unieron para defender sus tierras y reconquistar lo perdido.
Las tropas Cristianas de Daroca, Teruel y Calatayud se disponían a conquistar a los moros el Castillo de Chío, Luchente, distante tres leguas de Játiva, el día 23 de febrero, de 1239.
El Capellán D.Mateo Martínez, de Daroca, celebraba momentos antes misa en la que consagró seis formas destinadas a la comunión de los seis capitanes de aquellas tropas: Don Jiménez Pérez, Don Fernando Sánchez, Don Pedro, Don Raimundo, Don Guillermo, y Don Simone Carroz. Un ataque sorpresivo del enemigo obligó a suspender la misa, ocultando el capellán las formas que ya estaban consagradas, envueltas en los corporales en un pedregal del monte.
Rechazado el ataque del que salieron los cristianos victoriosos, los comandantes pidieron al sacerdote que les diera la Comunión en acción de gracias al Señor por la victoria. El Padre Mateo fue al lugar donde las había escondido y se encontró a las seis hostias empapadas en sangre y pegadas a los Corporales.
Los comandantes se regocijaron ante lo que vieron. Tomaron esto como una señal de Jesús de que iban a ser victoriosos. Hicieron que el sacerdote levantara el corporal manchado de sangre en un marco, como un estandarte. Volvieron a batalla contra los Moros, y el castillo de Chio fue recapturado. El mérito de esta batalla triunfal, se le dio al Milagro Eucarístico bondadosamente otorgado por el Señor. Los seis comandantes eran todos de diferentes regiones de España. Cada uno de ellos creía que el sagrado corporal debía de ir a su ciudad, para ser honrado en la Catedral. Lo que empezó como una discusión sobre donde se colocaba el corporal. Decidieron hacer un sorteo. Tres veces, la ciudad de Daroca fue escogida para ser el hogar del Milagro Eucarístico. Pero dos comandantes no estaban de acuerdo. El general principal, propuso como solución un compromiso. Pondrían el corporal en la espalda de una mula Arabe, cogida en la conquista. La mula nunca había pisado tierra Cristiana antes del ataque Arabe a España. El plan era dejar que la mula vagara como quisiera, hasta que encontrara un lugar donde parar. En donde se detuviera sería el lugar escogido por el Señor para que se quedara allí el corporal. El plan se llevó a efecto.
La fecha era el 24 de Febrero de 1239. La mula dejó el cerro de Codol, y empezó su jornada. Iba seguida por la asistencia cercana de sacerdotes con velas encendidas, y soldados. El primer camino que la mulo tomó fue hacia Valencia, pero nunca entró en esa ciudad. La mula continuó cruzando una quebrada que va de Catarroja a Manizes, tocando Segorbe, Jerica y Teruel. Pero no entró en ninguna de esas ciudades. La mula viajó durante 12 días una distancia de más de 200 millas antes de doblar las rodillas y caer muerta enfrente a la Iglesia de San Marcos, en la ciudad de Daroca (hoy Iglesia de la Trinidad). El corporal estuvo en esta iglesia hasta que se trasladó a la iglesia de Santa María.
La fecha fue el 7 de marzo, que se convertiría en la fiesta de Santo Tomás de Aquino, un gran defensor de la Eucaristía. ( En la época del milagro, 1239, Santo Tomas tenía 14 años. Después de su muerte, a mitad del siglo catorce, fue nombrado protector del Milagro Eucarístico de Daroca ).
Hay tradiciones y leyendas atadas al viaje de la mula. Se dice que durante los 12 días sucedieron muchas cosas milagrosas, como música y cantos angelicales, furia de demonios que abandonaban almas que habían poseído, muchas conversiones de pecadores. Pero no hay ninguna documentación sobre esto. Estas son historias locales que se han desarrollado a través de los años. Hay sin embargo, documentación sobre el Milagro Eucarístico de Luchente, del peregrinaje de la mula, y de la elección celestial de Daroca como la ciudad escogida para que el corporal fuera venerado.
Una hermosa Iglesia fue construida para ser el hogar de este regalo especial al pueblo de Daroca. Un relicario majestuoso fue creado en 1385. Esculturas representando los hechos que conducían al milagro fueron colocadas en la Iglesia, como por ejemplo la Batalla de Luchente, al Padre Don Martínez levantando el corporal como un estandarte de batalla, el viaje de la mula, y la llegada a Daroca.
En 1261, personas de Daroca fueron a Roma para informarle al Papa Urbano IV sobre el Milagro Eucarístico. El Papa Urbano IV, Santiago Pantaleón, era contemporáneo de la Beata Juliana de Liege, la monja que se pasó su vida tratando de instituir un día de fiesta para el Santísimo Sacramento. El Papa Urbano IV fue el papa que declaró que el Milagro Eucarístico de Bolsena era auténtico, y un año después instituyó la Fiesta de “Corpus Cristi”. Se cree que el Papa Urbano IV, aceptó las noticias del Milagro Eucarístico de Daroca como una señal más del Señor de que El quería que esta fiesta fuese instituida.
En 1444, el Papa Eugenio IV concedió un año de Jubileo para Daroca, cada 10 años. Este fue el mismo Papa que hizo auténtico el Milagro Eucarístico de Walldurn, Alemania, y el Milagro Eucarístico de Ferrara, Italia. Fue durante ese tiempo que la ciudad de Daroca escogió a Santo Tomás de Aquino como el Protector del Milagro Eucarístico. El Papa Sixto IV también le concedió un jubileo al Milagro de Daroca, cada 6 años.
La sangre en el corporal ha sido analizada, y ha sido determinado que es de origen humano. No hay ningún dato sobre el tipo de sangre.
 4- Relato histórico del Milagro de los Corporales
En el archivo de la Colegiata de Daroca existe un antiquísimo pergamino, que contiene la verdadera historia del Milagro de los Corporales, el cual conserva aún los tres sellos colgantes para corroborar la fe del notario que atestiguó la verdad de todo lo que en el pergamino está escrito.
Incluye éste una misiva en latín vulgar, que remiten el Alcalde, Clero y demás autoridades de Daroca al baile, Rector, justicia y jurados del Castillo y villa de Chiva (Valencia), pidiéndoles testimonio jurado de cómo se verificó el Prodigio de los Corporales. La carta fue presentada por Miguel Pérez Cabrarizo, vecino de Daroca, firmada el 25 de junio de 1340, a la cual contestaron los de Chiva con el referido documento, escrito en lengua vulgar, del cual entresacamos lo siguiente:
“A los honrrados et discretos el Sacristan e los Calonges de la Eglesia de Sancta María de la villa de Darocha el hommes vuenos del concejo del dito lugar. Salut el honor. …. Femos vos saber que a nos es cierto por testimonios dignos de fe asín Xristianos como moros …. que el Noble, don Berenguer de Entenza en el tiempo traspasado defunto, con companya de hommes de caballo el de pie fasían entradas en el dito Reyno de Ualencia el d’aquí trahían grandes cavalgadas et bestiares et de moros et albergaban en el Pueyo, en el qual agora es edifícado el Castillo de Chiva. — Et fue entre los ditos moros ordenado que tuviesen acerca quando el dito don Berenguer de Entenza, exivia con la cavalguda et seria attentado en el dito Pueyo que todos los moros de la Ciudat de Ualencia et de los otros lugares del Reyno fiziesen en tal manera commo el día sería claro todos fuesen derredor del dito Pueyo et asistiesen al dito Noble et a todos los que con él fuesen, la qual cosa fué hecha segunt que entre ellos fué ordenado. Et commo vino el día claro que el dito Noble vído que era asitiado en el dito Pueyo, fizo mandamiento a hun Clerigo qui era del Conceio de Darocha que celebrare et dixiese missa. Et commo aurían, missa, et aurían Dios pregado que confesasen los unos de los otros et después que firiesen en él los moros. El qual misacantano comenzó a dezir missa et commo huvo posado sobre los Corporales el dito cuerpo de Ihesu-Xristo se convirtió en verdadera sangre, de la qual cosa todos fueron mucho maravillados qué significaba. Et fué asín el dito Noble et las companyas que con él eran que el dito misacantano se vistiese un tabardo d’escarlata muyt bello et honrrado et puyase et cavalgase en hun mulo blancho que ahí era et que lievase commo más honrradament pudiese los ditos corporales et que devallasen del Pueyo por ferir en los ditos moros. …. Et devallado del Pueyo en la forma desús dita, el dito Noble et las companyas …. comenzaron á ferir en asín que Xristianos con la gracia del nuestra Señor Ihesu-Xristo huvieron grant victoria contra los ditos moros et mataronne muchos et cativaronne. Et emprés cascuna de las ditas Universidades deseavan et querían aver los ditos Corporales et echaron suertes entre los citos concelles et cayó la suert á los de Darocha por tres vegadas, en asín que fué contencion entre ellos …. Et por partir contencion ordenaron que el dito misa-cantano cavalgando en el mulo et levando con sy con muyt grant reverencia los ditos Corporales et que fuese delant la gent: et en qualquie lugar que él dito mulo por voluntat del nuestro Sennyor Ihesu-Xristo endresas, que los ditos Corporales fuesen de aquel lugar, el qual caminando sen de fué derechament a una Eglesia que es cerca, de la villa de Darocha, la qual es apellada Sant Marcho, et fincó los genollos por voluntat de Ihesu-Xristo …. Et en testimonio de verdat et de las ditas cosas fazemos fer aquesta carta pública testimonial. (Firmanla Guillén Serra, alcaide del Castillo, Bernat de Alcoleia, Rector, el Justicia y los Jurados). Data in Chiva el día 6 de Julio de 1340, — Domingo de Ahuero, notario público. Con sobrepuesto en la quinta regla do dice per sarracenos”. (Del libro TRADICIONES Y LEYENDAS DE DAROCA del P. José Beltrán (Escolapio) publicado en el año 1929)
FUENTE: http://salutarishostia.wordpress.com/category/milagros-eucaristicos/

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